Reflexiona:
María exclamó: «Dios tiene especial cuidado de mí, que soy su humilde esclava».
Piensa:
¿Te has topado con gente que te dice que no eres bueno en lo que haces? O ¿qué trata de convencerte que lo que haces no tiene sentido? ¿Sabías que, en su momento, Walt Disney no encontraba trabajo porque decían que no era creativo?
La verdad es que siempre nos vamos a encontrar con gente que trate de desviarnos de nuestras intenciones, pero debemos ser fieles y continuar luchando por nuestros ideales. Y debemos de recordar que no estamos trabajando para otros, que no buscamos el reconocimiento de la sociedad, lo importante es lo que Dios nos ha pedido ser y hacer, también el modo en que nos pide vivir.
Hoy vemos a María siendo agradecida con Dios, porque reconoce todo cuanto de él ha recibido. Y nos invita a seguir su ejemplo, a mantenernos fieles en lo poco o mucho que tenemos, a seguir siendo buenos a pesar de que el mundo nos diga que no sirve de nada. María es el mejor ejemplo que Dios nunca ignora a sus hijos, y está pendiente de todos nosotros, aun el más pequeño y humilde es muy importante para él.
Dialoga:
Señor Dios mío, te doy gracias porque cada día me llenas de bendiciones y me permites la alegría de vivir y conocerte. Gracias por las risas y el llanto, gracias por los triunfos y los tropiezos; gracias porque en cada paso te mantienes conmigo, me acompañas y me cuidas siempre.
Concéntrate:
Repite varias veces durante el día: «Dios ha hecho grandes cosas conmigo»
Recalculando:
Mirando en tu propia vida los dones y talentos que Dios te ha dado ¿cuál quieres desarrollar mejor? Te invitamos a realizar una acción concreta que te permita poder evaluar en un tiempo breve cómo ese talento que tienes, puedes ofrecerlo a la sociedad. Por ejemplo, si te gusta cantar aprende una melodía nueva y ensáyala muchas veces para ofrecerla a tus amigos en la Navidad. Si sabes organizar un proyecto, busca a algún amigo que no tenga este talento y ayúdalo en su vida. De esta manera podrás sentir que tu vida da frutos.
Texto del Evangelio de hoy: San Lucas 1:46-56
María respondió:
«¡Le doy gracias a Dios
con todo mi corazón,
y estoy alegre
porque él es mi Salvador!
»Dios tiene especial cuidado de mí,
que soy su humilde esclava.
»Desde ahora todos me dirán:
“¡María, Dios te ha bendecido!”
»El Dios todopoderoso ha hecho
grandes cosas conmigo.
¡Su nombre es santo!
ȃl nunca deja de amar
a todos los que lo adoran.
»Dios actúa con poder
y hace huir a los orgullosos.
»Quita a los poderosos de sus tronos,
y da poder a los pobres.
»Da cosas buenas
a los hambrientos,
pero despide a los ricos
con las manos vacías.
»Ayuda a los israelitas,
sus servidores,
y nunca deja de ser
bondadoso con ellos.
»Así lo prometió
a nuestros antepasados,
a Abraham y a sus descendientes,
para siempre.»
Y María se quedó tres meses con Isabel. Después, regresó a su casa.
Texto bíblico: Traducción en lenguaje actual ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2002, 2004.