¿Por qué el libro del profeta Ezequiel es especial?

Ezequiel es especial porque el texto hebreo está escrito completamente en primera persona. Es decir, las visiones, las profecías y las inusuales acciones del profeta Ezequiel se describen desde su propia perspectiva personal.

Tradicionalmente, se ha pensado que el libro es difícil de entender e incluso peligroso. Algunos antiguos maestros judíos se intranquilizaban por la visión de Ezequiel de un templo nuevo (40-48) porque parecía contradecir partes de la ley de Moisés; además, temían que las visiones gráficas de Ezequiel sobre la gloria del Señor (1:1-28; 10:1-22) pudiesen conducir a controversias sobre el misterio de Dios. Incluso se pensaba que una persona se podía preocupar seriamente al pensar mucho en las visiones. Por estas razones, algunos aconsejaron que solo personas mayores de treinta años debieran leer a Ezequiel.

¿Por qué se escribió el libro del profeta Ezequiel?

En los años que precedieron a la elección de Ezequiel como profeta, el reino de Judá se vio envuelto en luchas de poder entre Egipto y Babilonia. Finalmente, Babilonia invadió a Judá y tomó a Jerusalén en el año 597 a. C. Muchos de los líderes de Judá, como el rey Joaquín y Ezequiel, fueron llevados presos al exilio en Babilonia. Diez años más tarde, cuando Judá intentó sublevarse, Nabucodonosor, rey de Babilonia, contuvo la rebelión, destruyó a Jerusalén y su templo y llevó más gente al exilio.

Las visiones y profecías de Ezequiel pretendían explicar por qué el Señor, Dios de Israel, había permitido algo tan terrible. El profeta compartió el mensaje del Señor sobre la destrucción y amonestó a Judá y a Jerusalén por haber pecado contra Dios: estos pecados fueron la idolatría porque adoraron ídolos, confiaron en potencias extranjeras en tiempos de necesidad en lugar de confiar en Dios y no vivieron según la ley de Dios. El pueblo había hecho que la tierra y el templo del Señor fueran impuros con su pecado y desobediencia. Por esto, la «gloria del Señor» abandonó el templo de Jerusalén y el pueblo fue derrotado por los babilonios y forzado a vivir como prisionero en el exilio.

El mensaje de Ezequiel, sin embargo, también incluía promesas de esperanza para el futuro. El Señor rescataría al pueblo del exilio y los conduciría hacia Jerusalén para adorarlo en el templo nuevo y santo y, una vez más, vivir según la ley de Dios. Su gloria resplandecería de nuevo en Jerusalén y tanto el pueblo de Israel como las naciones circundantes reconocerían que no existe ningún otro Dios sino el Señor de Israel.

¿Cuál es la historia del libro del profeta Ezequiel?

Algunos libros proféticos dan poca o ninguna información para ayudar a situar temporalmente al profeta o su mensaje, pero muchos de los mensajes de Ezequiel (oráculos) comienzan con fechas específicas (véanse, por ejemplo, 1:1-3; 8:1; y 40:1). Según estas fechas, el trabajo de Ezequiel como profeta comenzó probablemente a finales de junio o principios de julio del año 593 a. C., cuando recibió su primera visión mientras vivía junto al río Quebar en Babilonia.

Él y un número de importantes familias israelitas habían sido obligados a salir de Jerusalén cuando Babilonia asumió el control de la ciudad en el año 597 a. C. Mientras que Ezequiel y otros vivían allí como refugiados, el rey de Babilonia puso a Sedequías, tío de Joaquín, como rey en Judá (véase 2 Reyes 24:8-17).

Al principio, Sedequías fue leal a Babilonia, pero luego se sublevó contra Nabucodonosor (2 Reyes 24:18-20) quien una vez más invadió a Judá y destruyó a Jerusalén y su templo (587 o 586 a. C.). La mayoría de las profecías de Ezequiel data de la época entre los años 593 y 586 a. C. y proporciona advertencias al pueblo de Judá sobre el juicio venidero de Dios, su derrota en manos de los babilonios por su pecado e infidelidad. La profecía de Ezequiel sobre el futuro templo de Jerusalén se remonta al año 573 a. C. Su vaticinio sobre la caída de la ciudad de Tiro es posterior (571 a. C.).

¿Cuál es la estructura del libro del profeta Ezequiel?

La forma final de Ezequiel parece estructurarse cuidadosamente alrededor de varias fechas. Estas se refieren a acontecimientos ocurridos en los años inmediatamente anteriores y después de la caída de Jerusalén en manos de los babilonios. Los temas generales de las profecías de Ezequiel también se refieren a esta derrota. Los capítulos 1-32 incluyen los mensajes de juicio y condenación contra Judá y las naciones. Los capítulos 33-48 se centran en cómo el Señor restaurará a Judá y hará resplandecer un nuevo futuro para el pueblo de Dios.

La división del libro en estas dos secciones principales se refleja también en los dos relatos que narran sobre la vocación de profeta de Ezequiel. La primera sección comienza con la invitación que le hace el Señor de ser un centinela para el pueblo de Israel (3:16-1). Esta llamada se repite en Ezequiel 33:1-9, quien es enmudecido en la primera parte (3:22–27) y se le restablece el habla al principio de la segunda porción (33:22).

El libro de Ezequiel puede dividirse de la siguiente manera:

  1. El Señor juzgará a Judá y Jerusalén (1:1-24:27)
    1. Ezequiel es elegido Profeta (1:1-3:27)
    2. Se anuncia el desastre (4:1-7:27)
    3. La gloria del Señor abandona Jerusalén (8:1-11:25)
    4. Los mensajes de condenación de Judá y de Jerusalén (12:1-24:27)
  2. Mensajes de juicio contra las naciones extranjeras (25:1-32:32)
  3. El Señor restaurará Jerusalén e Israel (33:1-39:29)
    1. Centinela y Pastor (33:1-34:31)
    2. Se prepara el camino para el nuevo futuro de Judá (35:1-39:29)
  4. La gloria del Señor vuelve a Judá y a Jerusalén (40:1-48.35)
    1. El nuevo templo (40:1-44:3)
    2. Leyes y normas para el pueblo de Dios (44:4-46:24)
    3. División de la tierra (47:1-48:35)