Introducción

Amós 9:1–15: la lectura para hoy es el capítulo final del libro de Amós. Se pronuncian más juicios, pero la lectura concluye con esperanza y una breve descripción de la futura restauración de Israel.

Versículo bíblico para hoy: Amós 9:11

[El Señor dice:] “El día viene en que levantaré la caída choza de David. Taparé sus brechas, levantaré sus ruinas y la reconstruiré tal como fue en los tiempos pasados.”

Lectura

Vi al Señor, que estaba junto al altar y me decía:

«Golpea los capiteles hasta que tiemblen los umbrales;
¡que caigan hechos pedazos sobre la gente!
A quienes queden vivos, los mataré a filo de espada:
aunque traten de huir, ni uno solo se salvará;
aunque se escondan en las profundidades de la tierra,
de allí los sacaré;
aunque suban a las alturas de los cielos,
de allí los haré bajar.
Si se esconden en la cumbre del monte Carmelo,
aun allá los iré a buscar;
si se esconden de mí en el fondo del mar,
mandaré al monstruo marino que vaya y los destroce;
y si van al destierro, llevados por sus enemigos,
mandaré a la espada que vaya y los mate.
¡Para mal, y no para bien,
los tendré siempre a la vista!»

El Señor, el Dios todopoderoso,
toca la tierra, y la tierra se derrite
y lloran todos sus habitantes.
La tierra sube y baja,
como suben y bajan las aguas del Nilo.
El Señor ha puesto su habitación en el cielo
y la bóveda celeste sobre la tierra;
él llama a las aguas del mar
y las derrama sobre la tierra.
El Señor, ése es su nombre.

Esto afirma el Señor:
«Israelitas, para mí no hay diferencia
entre ustedes y los etiopes.
Así como los traje a ustedes de Egipto,
así traje también de Creta a los filisteos
y de Quir a los arameos.»

El Señor mira este reino pecador, y dice:
«Lo voy a borrar de la tierra,
pero no destruiré por completo la casa de Jacob.
Yo, el Señor, lo afirmo.
Voy a ordenar que la casa de Israel sea zarandeada
como se zarandea el trigo en una criba,
sin que un solo grano caiga a tierra.
10 Todos los pecadores de mi pueblo
morirán a filo de espada;
todos los que dicen: “Nada de eso nos pasará;
el mal no va a alcanzarnos.”

11 »El día viene en que levantaré la caída choza de David. Taparé sus brechas, levantaré sus ruinas y la reconstruiré tal como fue en los tiempos pasados, 12 para que lo que quede de Edom y de toda nación que me ha pertenecido vuelva a ser posesión de Israel.» El Señor ha dado su palabra, y la cumplirá.

13 «Vienen días en que todavía se estará cosechando el trigo cuando ya será tiempo de arar el campo, y en que aún no se habrá acabado de pisar las uvas cuando ya será tiempo de sembrar el trigo. Por montes y colinas correrá el vino como agua. 14 Entonces traeré del destierro a mi pueblo Israel. Reconstruirán las ciudades destruidas, y vivirán en ellas; plantarán viñedos, y beberán su vino; sembrarán huertos, y comerán sus frutos. 15 Pues los plantaré en su propia tierra, y nunca más volverán a ser arrancados de la tierra que les di.» Dios el Señor lo afirma.

Reflexiona

El templo mencionado en el versículo 1 se refiere al templo en Betel, no en Jerusalén. ¿Qué juicios se citan en los versículos 1–10? El rey David gobernó un Israel unido desde 1010 hasta 970 a.C. Alrededor del 931 a.C., el reino se dividió en dos. Eventualmente, el reino del norte (Israel) fue derrotado por los asirios (722 a.C.) y el reino del sur (Judá) fue derrotado más tarde por los babilonios (586 a.C.). Los versículos finales (11–15) ofrecen una visión de un Israel unido. ¿De qué maneras estos versículos hablan de la fidelidad de Dios? Basado en lo que has leído durante estos últimos nueve días del libro de Amós, ¿cómo describirías la justicia de Dios?

Ora

Justo y amoroso Dios, te agradezco y alabo por tu amor y fidelidad inquebrantables. Eres justo y equitativo y estás dispuesto a perdonarme cuando me vuelvo a ti con un corazón arrepentido. Enséñame, Señor Dios, a servirte y a ser obediente a tu voluntad. Oro en tu santo nombre. Amén.

Lectura para mañana

Salmos 46: La presencia y fidelidad constantes de Dios son alabadas.