13 de julio
Introducción
Jeremías 31:23–40: Jeremías dice que Dios restaurará al pueblo en su tierra y los traerá a casa. Dios promete hacer un nuevo pacto con el pueblo de Israel y Judá, poniendo la ley dentro de ellos y escribiendo la ley en sus corazones.
Versículo bíblico para hoy: Jeremías 31:34b
“Yo les perdonaré su maldad y no me acordaré más de sus pecados.” Yo, el Señor, lo afirmo.
Lectura
23 El Señor todopoderoso, el Dios de Israel, dice: «Cuando yo cambie la suerte de la gente de Judá, y ellos estén de nuevo en su tierra y en sus ciudades, dirán otra vez: “¡Que el Señor bendiga este monte santo donde habita la justicia!” 24 La gente de Judá y de sus ciudades, los agricultores y los pastores de rebaños vivirán ahí. 25 Pues daré de comer y de beber en abundancia a los que estén cansados y sin fuerzas.»
26 En esto me desperté y abrí los ojos. Mi sueño me agradó.
27 El Señor afirma: «Vendrá un día en que haré que hombres y animales abunden en Israel y en Judá. 28 Y así como estuve atento para arrancar, derribar, echar abajo, destruir y causar daños, así también estaré vigilante para construir y plantar. Yo, el Señor, lo afirmo.
29 »En aquel tiempo no volverá a decirse: “Los padres comen uvas agrias y a los hijos se les destemplan los dientes.” 30 Porque será que a quien coma uvas agrias, a ése se le destemplarán los dientes. Cada cual morirá por su propio pecado.»
31 El Señor afirma: «Vendrá un día en que haré una nueva alianza con Israel y con Judá. 32 Esta alianza no será como la que hice con sus antepasados, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto; porque ellos quebrantaron mi alianza, a pesar de que yo era su dueño. Yo, el Señor, lo afirmo. 33 Ésta será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo: Pondré mi ley en su corazón y la escribiré en su mente. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. 34 Ya no será necesario que unos a otros, amigos y parientes, tengan que instruirse para que me conozcan, porque todos, desde el más grande hasta el más pequeño, me conocerán. Yo les perdonaré su maldad y no me acordaré más de sus pecados. Yo, el Señor, lo afirmo.»
35 El Señor, que puso el sol para alumbrar de día
y la luna y las estrellas para alumbrar de noche,
que hace que el mar se agite y rujan sus olas,
que tiene por nombre el Señor todopoderoso, dice:
36 «Si un día llegaran a fallar
estas leyes que he establecido,
ese día Israel dejaría de ser mi pueblo.
Yo, el Señor, lo afirmo.
37 Si un día se llegara a medir el cielo
y a explorar la tierra hasta sus cimientos,
ese día yo rechazaría a Israel
por todo lo que ha hecho.
Yo, el Señor, lo afirmo.»
38 El Señor afirma: «Vendrá un día en que mi ciudad será reconstruida, desde la torre de Hananel hasta la Puerta del Ángulo. 39 Los límites irán, en línea recta, desde allí hasta la colina de Gareb, y luego torcerán hacia Goá. 40 Todo el valle donde se entierra a los muertos y se tira la ceniza, y todos los campos que están encima del arroyo Cedrón hasta el ángulo de la Puerta de los Caballos, al oriente, me estarán consagrados, y todo esto no volverá jamás a ser derribado ni destruido.»
Reflexiona
¿Cómo se describe la prosperidad futura del pueblo (versículos 23–30)? Vuelve a leer los versículos 31–34. Este es el punto culminante del mensaje de Jeremías. En el nuevo pacto de Dios con el pueblo de Israel y Judá, Dios escribirá la ley directamente en los corazones y mentes de las personas, y Dios perdonará sus pecados. ¿Qué significa para ti tener la ley de Dios escrita en tu corazón?
Ora
Dios amoroso y misericordioso, gracias por ser mi Dios y por tu ley que ahora está escrita en mi corazón. Abre mi corazón y mente a tu Palabra, para que pueda vivir cada día de acuerdo a tu voluntad. Amén.
Lectura para mañana
Lamentaciones 3:1–24: el amor y la misericordia de Dios son nuevas y frescas cada mañana.